» Población
» Ubicación
» Suelo
» Clima
» Vegetación
» Fauna
Población
La ciudad de Marcos Juárez tiene aproximadamente 28.000
habitantes. Estos son los resultados de los censos anteriores.
Censo
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Población
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1895
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1.054
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1914
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5.361
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1947
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9.556
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1960
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12.897
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1970
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17.270
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1980
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21.015
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1991
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22.487
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2001
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24.312
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2010
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26.970
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Ubicación
La ciudad de Marcos Juárez es cabecera del departamento
Marcos Juárez.
El Departamento limita al norte con el Departamento San justo,
al sur con Pte. Roque Sáenz Peña, al oeste con Unión
y al este con la provincia de Santa Fe.
La superficie total del Departamento es de 8.872 Km².
La ciudad de Marcos Juárez se encuentra ubicada a 32º
41' latitud sur y a 62º 09' longitud oeste.
Su altura sobre el nivel del mar es de 110 m.
Localidades importantes del Departamento son: Leones, Corral de
Bustos, Cruz Alta, Arias, Camilo Aldao, Monte Buey, Isla Verde,
Inriville, Alejo Ledesma, Guatimozin, General Roca, Los Surgentes
y General Baldissera.
Suelo
El sudeste de la provincia de Córdoba comprende cuatro
subregiones: pampa ondulada, escalones estructurales, lomas aplanadas
y llanura eólica.
Su subsuelo se apoya sobre el macizo de Brasilia, basamento cristalino
muy profundo. Sobre él yacen rocas del Paleozoico y sedimentos
del Terciario. Durante el Cuaternario los sedimientos cubrieron
estas enormes extensiones con materiales de erosión transportados
durante milenios por el viento y el agua.
La zona próxima a nuestra ciudad corresponde al predominio
de la pampa ondulada y escalones estructurales. Las aguas se escurren
superficialmente, donde las lomas son alargadas y planas no se
manifiestan grandes problemas de erosión, pero estos oscilan
de moderados a críticos, en donde las pendientes se hacen
más pronunciadas, próximas al Carcarañá
y al arroyo Tortugas.
Las vías de escurrimiento o desagüe siguen en general
un marcado paralelismo.
En las zonas próximas a nuestra ciudad, el suelo es oscuro,
profundo y bien drenado, desarrollado sobre un sedimiento de loess.
La capa arable -hasta los 20 - 23 cm- es de color pardo grisáceo
muy oscuro. Hacia abajo se hace más arcillosa, hasta una
profundidad de 66 cm aproximadamente.
Los suelos de esta zona son fértiles y productivos, con
buena capacidad para retener la humedad. Se los utiliza para la
agricultura y la ganadería.
Clima
La lejanía del mar y de grandes ríos, la situación
mediterránea y la conformación del relieve intervienen
en la determinación del clima templado continental de esta
zona. Son característicos de este clima los veranos cálidos
y los inviernos fríos, aunque no rigurosos. Incide también
el alto porcentaje de humedad y la acción de los vientos.
Las lluvias son abundantes con un promedio anual de entre 900
y 1000 mm. Durante el invierno la humedad retenida en el suelo
permite el desarrollo de los cultivos propios de la época.
Los vientos, en nuestra zona , son de tipo moderado y de distribuyen
en forma irregular durante todo el año.
Vegetación
El tipo de vegetación dominante en este sector es el
que caracteriza a la estepa pampeana, casi sin árboles.
Posee vegetación herbácea.
Las gramíneas abundantes no permitieron la presencia de
árboles leñosos. Tal vez su predominio se haya acentuado
por los incendios provocados por los indios, para ampliar los
terrenos de caza, y por los blancos, para habilitar campos para
el cultivo y facilitar el pastoreo. Por tal motivo, las gramíneas,
más resistentes a la acción del fuego, habrían
prosperado mientras que las plantas leñosas se habrían
extinguido paulatinamente.
Es de hacer notar que la vegetación natural queda sólo
en muy pocos sitios no modificados por la agricultura y la ganadería.
Son refugios ocasionales algunas orillas de ríos, ferrocarriles
y caminos, y muy pocas áreas no desvastadas por el ganado
ni aradas todavía.
Originariamente en los campos altos predominaba el pasto miel.
Hay actualmente numerosas especies silvestres, algunas originarias
de la zona y otras procedentes de otras latitudes que se adaptaron
a esta región, tales como: yuyo quinoa, yuyo colorado,
cebadilla criolla, nastuerzo, amor seco, pasto puna, nabo, gramilla,
trébol de olor, cebollín, hinojo silvestre, chamico,
cepa caballo, duraznillo, lengua de vaca, trébol blanco,
pasionaria, yerba de sapo, palán-palán, sanguinaria,
altamisa, cerraja, ajenjo, cicuta negra, bolsa de pastor, flor
morada, malva, capiquí, huevo de gallo, quiebra arado,
viznaga y pasto roseta.
En bañados, lagunas y zonas anegables, en épocas
de lluvias muy abundantes, se presentan especies vegetales propias
de ese hábitat, tales como cola de mula, pelo de chancho,
juncos, cortaderas, etc.
En la zona norte del Departamento se observan algunos ejemplares
de especies arbóreas de tipo xerófilo y por la vecindad
con el "distrito del algarrobo" aparecen ocasionalmente
algarrobos blancos y negros, talas, chañares y espinillos
en las márgenes de los ríos.
Entre las especies arbóreas incorporadas por el hombre
y que se adaptan a la región citamos el paraíso
-importante en el pasado por no ser atacado por la langosta-,
eucaliptus, acacia blanca, olmo, casuarina y álamo.
Fauna
Es evidente que la fauna silvestre se encuentra en franco retroceso.
La alteración del hábitat causada por el laboreo
de la tierra, el sobrepastoreo, la erosión, el desecamiento
de áreas inundables, el uso de insecticidas y plaguicidas
de amplio espectro y la contaminación de los cursos de
agua, unidos a la caza con fines comerciales o deportiva en gran
escala, provocaron la desaparición de numerosas especies.
El uso del alambrado impidió el libre desplazamiento de
vertebrados mayores. La introducción de especies de otras
latitudes desplazó a algunas locales -como por ejemplo
el gorrión y la liebre europea-; también enfermedades
importadas, como la aftosa, causaron enormes pérdidas en la fauna primitiva.
Como consecuencia de estos factores, muchas especies han desaparecido
y otras se encuentran en franca vía de extinción.
Podemos recordar entre las grandes aves al ñandú
-hoy inhallable- y entre los mamíferos, las nutrias que
solían merodear por el Carcarañá.
Todavía existen culebras y yacarés, lagartijas e
iguanas. Escasos peludos, zorros, zorrinos y comadrejas, se esconden
del hombre; cuises, liebres y vizcachas también son perseguidos.
Entre las aves enumeramos patos, perdices, teros, lechuzas, urracas,
caranchos, chimangos; es posible en las arboledas escuchar calandrias,
benteveos, torcazas, cabecitas negras, chingolos, tacuaritas,
horneros.
Abundan insectos como isoca, oruga militar, militar tardía,
pulgones, gusanos, mosquitas del sorgo, chinches verdes, siete
de oro, diversos tipos de langostas, grillos, bicho candado, bicho
de cesto, A pesar de la lucha del hombre contra estas plagas,
es muy difícil controlarlas sin eliminar, al mismo tiempo,
otros seres vivos que sería importante preservar.
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